sábado, 7 de julio de 2018

Imagen relacionada
No es cuestión de hacer sacrificios por sacrificio. Estamos salvados y Jesús ha pagado con su Sacrificio de Muerte en la Cruz por todos nosotros. Nuestros sacrificios no tienen ningún valor. Ya estamos salvados por la Misericordia de Dios y gratuitamente. Por tanto, alegría y fiesta.

Ahora, nuestro sacrificio importa y tiene valor cuando está en función de una necesidad y por amor. Vale la pena despojarnos de nuestra soberbia, de nuestra suficiencia, de nuestra envidia, intolerancia, rencor…etc. Y también de nuestras privaciones y apetencias cuando valen para compartir y mejorar el sufrimiento de otros.

Jesús, el Señor, no nos pide ayunar ni sacrificios para amargarnos. Él ya ha pagado por cada uno de nosotros. Jesús nos pide y quiere que amemos como Él nos ama. Y eso comporta sacrificio, ayuno y despojamiento de todo aquello que te impide acercarte al que sufre o al enemigo para amarlo como Jesús te ama. Ese es el verdadero ayuno que Jesús nos pide.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.