Hay muchas cosas que nos
gustaría cambiar, empezando por nuestras familias, pero queremos que cambie sin
cambiar nosotros. Y eso es un disparate y una utopía, porque, aunque la familia
cambiara si yo sigo igual no quedaría la familia totalmente cambiada.
Lo mismo ocurre en el mundo.
Mientras no cambien todos, el mundo seguirá igual. Necesito cambiar yo, que soy
parte del mundo y algo del mundo ha cambiado. Quizás mi humilde y pequeño
testimonio, por la Gracia de Dios, puede animar a otro a cambiar y ya somos dos
y así…
La misión es de todos y tu cambió sirve para que otro
cambie también. Al menos ese debe ser tu compromiso y tu empeño. Ya no depende
de ti que cambies a alguien, pero si depende de ti que cambies tú. Todo lo que
falte para completar el cambio del mundo dependerá de cambien también los
otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.