Muchos enfermos impiden que
el médico los cure. Lo hacen cuando no acuden a él pronto; cuando no hacen caso
de lo que les dice y recomienda o cuando no se dejan ver ni examinar. Luego, no
han querido curarse y, por lo tanto, la responsabilidad es suya, pues niegan la
curación.
Eso también nos ocurre en la
vida espiritual. Podemos enfermar y pecar, pero en el Sacramento de la
Penitencia encontramos la salud y al Médico que nos cura y nos perdona. Su
Misericordia es Infinita y siempre dada gratuitamente. Pero, puede ocurrir que
no te importe sanar tu vida espiritual, es decir, tu alma, y rechaces la
asistencia del Médico.
Entonces impedirás que tu vida sea sanada, redimida,
perdonada y salvada. No podrás recibir el perdón de tus pecados porque has
rehusado al Médico – Espíritu Santo – y has impedido curarte. Y de persistir en
esa actitud no encontrarás nunca el perdón.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.