En muchas circunstancias ha
dicho esto y luego has hecho lo otro. O has prometido una cosa que luego no has
cumplido. O has aparentado ser así cuando eres de otra manera. Experimentamos
nuestra humanidad limitada, pero eso no nos justifica y, reconociéndonos pecadores debemos esforzarnos en mejorar.
No hay que desesperar por
nuestra pobreza. Contamos de antemano que Dios, nuestro Padre, nos conoce y
sabe nuestros defectos, pero también conoce nuestras virtudes. Y espera que las
pongamos en práctica para superar nuestros defectos, fallos y errores.
Se trata de darnos y no sólo de dar. Darnos en nuestra
totalidad. Dar nuestro tiempo, nuestras cualidades, nuestras virtudes y
servicios. Darnos a los que no conocemos, a los que, quizás, no nos caen bien.
Darnos no según nos parezca sino según la Voluntad de Dios. Se trata de poner
en la cesta lo que somos y hemos recibido sabiendo que Dios lo que nos pide es
eso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.