Jesús no ha venido a salvar a quien se cree suficiente y se
basta por sí mismo. Esos posiblemente piensan que ellos se salvarán y que
realmente son los justos y buenos. Porque, el problema es que no se dejan
salvar y hasta creen no necesitarlo.
Por lo tanto, sólo queda una alternativa, salvar a los que
quieren salvarse y se ponen en Manos del Señor para ser salvados. Es decir, se
reconocen pecadores y ovejas perdidas. Y ten por seguro que el Señor no te
abandona ni te deja perdido. Te busca y te tiende sus brazos para salvarte.
Y, además,
prepara una fiesta de la alegría inmensa que experimenta al encontrarte y al
comprobar que tú quieres salvarte. Porque, eres libres y puedes elegir
descarriarte o ponerte en sus Manos para salvarte. Tú tienes la respuesta,
hacerte el encontradizo o la encontradiza para abandonarte en los brazos del
Señor.
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