El Evangelio de hoy sábado
nos habla de los últimos momentos de Juan y el comienzo de Jesús. Y hay dudas
de quien es el Mesías y enviado. En esto, Juan, da un paso adelante y deja
claro que él es solamente el precursor, el que prepara el camino del Señor.
Detrás de él, nos dice, viene
Alguien al que no es digno de desatarle la correa de sus sandalias y que nos
bautizará con Espíritu Santo. Nos invita a seguirle y él se retira de la
escena. Sabe que ha llegado su momento de menguar y dejar que el Señor crezca.
También, nosotros debemos de tener claro que, por el
Espíritu Santo, que también hemos recibido en nuestro bautismo, somos
sacerdotes, profetas y reyes y debemos anunciar al Señor quedándonos nosotros
por detrás para que sea Él quien realmente aparezca, pues es Él quien nos
salva.
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