viernes, 12 de abril de 2019

Resultado de imagen de Jn 10,31-42
Cuando perdemos el juicio actuamos de forma disparatada. Somos capaces de perder la razón y llegar hasta el extremo de matar. En esos momentos no razonamos ni escuchamos lo que nos dicen. Estamos ofuscados en mantener nuestros criterios y forma de pensar.

Ante las buenas obras de Jesús no hay ninguna razón de apedrearle. ¿Por qué entonces quieren apedrearle los judíos? No aceptan que se revele como el Hijo de Dios. Ellos ya tienen una idea de su Dios y no admiten que alguien venga a decirle lo contrario.

No es nada extraño esta conducta, pues hoy sucede lo mismo. Mucha gente no cree en ese Dios encarnado en su Jesús, que anuncia la Iglesia como continuadora de su misión. Otros, le persiguen y matan a los que le siguen y otros, incluso siguiéndole y dentro de la misma Iglesia, fabrican un dios según su imaginación e intereses.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.