jueves, 18 de abril de 2019


Resultado de imagen de Jn 13,1-15También instituye el sacerdocio haciéndole participes de su ministerio para que se perpetúe el sacramento de la Eucaristía y podamos alimentarnos y fortalecernos con su Espíritu. Pero, sobre todo, para darnos esa capacidad de amar.

Porque, sin Él no podremos amar ni perdonar. Necesitamos su Gracia para superar nuestras debilidades y torpezas; nuestras apetencias y pecados. Somos esclavos de nuestra propia naturaleza humana y no podemos escapar al error y a la soberbia.

Por eso, para poder lavarnos los pies los unos a los otros necesitamos que la Gracia del Señor nos empape y nos llene de su Fortaleza y de su Amor. Para poder olvidarnos de nosotros mismos y ser capaces de humillarnos ante los más pequeños necesitamos la Gracia del Señor. Sin Él no somos nada.

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