sábado, 25 de mayo de 2019

Resultado de imagen de Jn 15,18-21
Cuando buscamos la paz del mundo experimentamos que tenemos que aceptar su juego. Un juego de poder, de triunfo, de ambiciones, de éxitos y hasta de mentiras. Y al final, esa paz no termina por llenarnos, ni exteriormente ni interiormente.

Y si nos revelamos contra el mundo siguiendo el camino, la verdad y el estilo de vida que nos sugiere y propone Jesús todo se nos pone en contra. Experimentamos entonces que el mundo nos rechaza y nos persigue.

Por lo tanto, al final seremos tratados como trataron a Jesús. El mismo nos lo ha dicho claramente: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también os perseguirán a vosotros. Y esa es mi experiencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.