Necesitamos abrir nuestros
oídos, porque no escuchar es muy arriesgado. Quien no oye no escucha. Y quien
no escucha no conoce la voz del Buen Pastor. Por eso, es muy importante
escuchar para conocer. Por lo tanto, unos de los peligros más grandes que tenemos
en este mundo es nuestra propia sordera.
Luego, si no escuchas al
Señor escuchas al mundo y cada vez te alejas y te encuentras más lejos del Buen
Pastor. Cerrado, pues, a la llamada de Dios te cierra a su llamada y pierdes tu
sintonía con Él. Quedas a merced de demonio que sabe como alejarnos más y
engañarnos con muchos pastores falsos.
Así quedas relegado a pastar
en otras pasturas que no sacian ni dan la vida eterna, aunque tú la buscas
neciamente. Porque, sólo siguiendo al Buen Pastor podrás encontrar esa Vida
Eterna que Jesús, el Buen y único Pastor te promete y te ofrece.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.