No entiendo cómo es posible que no se indague y busque la veracidad de esa promesa de vida eterna ofrecida. No entiendo cómo no se tome esa oferta con más seriedad, al menos por mucha gente que la rechaza o no son coherentes con ella. ¿No es lo suficiente importante como para tomársela más en serio?

El sentido común nos descubriría que hay que pedir, buscar y llamar para que se nos aclare más esa oferta, porque, no es cuestión de comprobación sino de fe. La promesa ya ha sido cumplida. La muerte ha sido vencida en la cruz, por tanto el resultado está garantizado. Ahora se trata de creerlo o no.

Por tanto, se hace necesario indagar y buscar, pero, sobre todo, pedir y llamar para que nuestra mente pueda entender. Porque, muchos son los que han creído y han visto al Hijo de Dios resucitado y nos lo han trasmitido. Por tanto, en la fe está la respuesta y la solución. Yo creo porque me fío del Señor y su Palabra da verdadero sentido a mi vida.