viernes, 16 de agosto de 2019


Resultado de imagen de (Mt 19,3-12 por Fano
No cabe duda que la unidad matrimonial presenta momentos difíciles donde la pasión no es la principal atracción ni lo más importante. Hay situaciones donde el verdadero amor se pone a prueba y eso pasa por sacrificios, renuncias y desprendimientos. Y eso, naturalmente, no le gusta a nadie.

Sin lugar a duda que la unidad tiene su precio. Un precio que se va pagando día a día y que exige esfuerzos constantes. Pero, es cierto que el amor es una batalla cada día y que hay que ganarla diariamente. Son las pruebas que duelen las que realmente descubren el verdadero amor.

Ahora, es fundamental que esta lucha de cada día por sostener la unidad no se afronte por separados, ni cada uno con sus propias fuerzas. En el Sacramento del matrimonio han invitado a Jesucristo a acompañarles y a ayudarles en sostener ese mutuo amor que en ese momento se profesaban. Pues, cuenten con Él y tendrán la garantía para superar las dificultades y permanecer unidos.

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