Sin darnos cuenta llegamos a
pensar que nuestra salvación depende de hacer muchas cosas buenas y que Dios,
nuestro Padre, nos pide que trabajemos mucho. Y estamos en un gran error.
Nuestro Padre Dios sabe de nuestra capacidad y de todo lo que podamos hacer,
pero nuestra salvación no depende de eso.
Porque, podemos hacer muchas
cosas, pero sin estar movidos por el amor sino por el afán de tener muchas
obras y reconocimientos. Y eso no es lo que busca Dios en nosotros. Al final,
por muchas cosas que hagas, todas son mérito de Dios, porque de Él recibimos
todo.
Entonces, ¿de qué se
trata? Se trata de amar y moverte por el
amor. Un amor gratuito y misericordioso. Esa es la clave y lo que nuestro Señor
Jesús nos enseña y nos manda: Amar como Él nos ha enseñado a amar. Ese es el
mandamiento nuevo y la novedad del amor, ir perfeccionando un Amor como el que
Él nos ha dado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.