El camino para ser bienaventurado
es un camino de compartir con los más necesitados, y eso nos hará
bienaventurados. Así nos lo dice el Señor: «Bienaventurados
los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios. Bienaventurados los que tenéis
hambre ahora, porque seréis saciados. Bienaventurados los que…
Un camino que nos exige
compartir y darnos desde la gratuidad con aquellos que están necesitados y que
sufren las consecuencias de un mundo insolidario e injusto. Un camino que nos
exige pasar del individualismo a la comunión. Un camino que nos exige
despojarnos de nosotros mismos para darnos a los demás.
Un camino que no nos va a
resultar nada fácil y en el que encontraremos dificultades, problemas, burlas,
afrentas, odios, venganzas y toda clase de impedimentos que nos dificulte amar
y estar en actitud de disponibilidad hacia el bien de los demás.
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