lunes, 9 de septiembre de 2019


Resultado de imagen de Lc 6,6-11
Jesús observa que hay leyes que no van a favor del hombre sino que le someten y le perjudican. La ley del sábado es una de esa. No está el hombre para someterse al sábado, porque Dios nos quiere esclavitud sino libertad; no quiere sacrificio sino misericordia.

El hombre es proclive a legislar y poner leyes que a veces atenta contra la vida humana y el bien del hombre. Una es el aborto y la eutanasia y otra es el sábado. Si Dios quiere salvar al hombre, ¿cómo es que la ley le perjudica y le esclaviza?

No es esa la Voluntad de Dios y Jesús lo expresa claramente rompiendo esa ley sabática que atenta contra el bien del hombre. Un Dios Padre no puede ir en contra del bienestar de sus hijos y toda ley debe estar en función de favorecerle.

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