Nadie da nada gratis, y si
eso es así estamos en condición de afirmar que la gratuidad es la prueba del
amor. Por eso, amar es dar sin esperar nada a cambio y la mejor prueba de ello
es darlo a quienes no pueden devolvértelo. Por eso, el amor de Dios es Infinito
e impagable para el hombre.
Por eso, Jesús, el Señor,
busca a los pobres, porque son los pobres los que no pueden pagarle. Tampoco
los suficiente y los ricos, aunque ellos puedan pensar que si pueden pagarle o
que no necesitan nada de Él.
Por eso, volvemos a repetir, Jesús busca a los
pobres, porque son únicamente los pobres los que aceptan el regalo
gratuitamente, pues saben que no pueden pagar. Es decir, para encontrarte con
Jesús tienes que transformar tu corazón rico u orgulloso en un corazón pobre y
humilde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.