domingo, 20 de octubre de 2019

Resultado de imagen de Lc 18,1-8
En el Evangelio de hoy, Jesús quiere llamarnos la atención a la necesidad de insistir. Pero, no una insistencia motivada por las peticiones, sino una insistencia y perseverancia apoyada en la confianza de confiar en Aquel a quien se le pide. En darnos cuenta que es a nuestro Padre a quien le pedimos.
             
Y un Padre bueno que nos escucha, nos quiere y nos responde. Y nos da todo lo que necesitemos. Aquí está lo importante. No se trata de esperar que nos conceda lo que nosotros pidamos, que, dicho sea de paso, no sabemos pedir, sino lo que realmente nos conviene y necesitamos.

Sobre todo, para nuestra salvación, que es para lo que ha venido Jesús, para darnos a conocer el Plan de Salvación, la Buena Noticia de parte de su Padre. Y es eso lo que importa y en lo que debemos apoyar nuestras peticiones. O, al menor, esperar, porque nuestro Padre Dios nunca nos dará aquello que nos puede perjudicar. Por lo tanto, pidamos siempre confiados que nuestro Padre nos atiende y nos responde dándonos lo que nos conviene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.