Jesús, el enviado de Dios Padre, ha venido a salvarnos, y
esa salvación pasa por un deseo ardiente de amor a los demás. No podemos
salvarnos si nuestro corazón no se abre al Amor de Dios y se contagia para
también de esa manera activarse para amar al prójimo. Y eso pasa por dejarse
quemar por el Amor de Jesús.
Por todo ello, Jesús nos advierte que su Amor nos enfrenta a
los que no desean amar, o tratan de vivir en la mentira. Es por lo que el
enfrentamiento se produce en la misma familia y hasta en la Iglesia. La unidad
se rompe porque la cuestión es la lucha del bien contra el mal.
Ese es, pues, el deseo de Jesús, que nuestros corazones
estén ya ardiendo de verdadero amor y contagien al mundo. Porque, el amor que
nos trae Jesús es un amor que vive en la verdad y la justicia y nos enfrenta
con aquellos que viven instalados en el amor egoísta y falso, que engaña y
trata de someter a los demás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.