La Ley dice que lo primero es
amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con
toda tu mente y al prójimo, y a tu prójimo como a ti mismo. Pero, no cabe
ninguna duda que para poder amar al prójimo hay primero que amar a Dios y, con
y por su Gracia, poder amar al prójimo.
Sin estar unido a Dios –
salmo 126 – no podemos hacer nada. Por lo tanto, es indispensable y totalmente
imprescindible estar unido a Dios para poder tener la capacidad y la fuerza
para amar al prójimo, sobre todo al enemigo.
Ese es el camino de salvación
que nos llevará a la Verdad y a la Vida Eterna. Por lo tanto, todo se reduce a
amar, pero partiendo únicamente de Dios, porque sin él nada podemos, pues Él es
el Camino, la Verdad y la Vida. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.