La vida, nuestro proyecto de
vida necesita mucho tiempo y mucha reflexión. Cada paso que demos en ella debe
ser pensado y meditado. Sin pausa y reflexión nuestra vida puede desbocarse y
descarrilar por los muchos precipicios que se le presenta, por ello, conviene
reflexionar nuestros pasos.
Pero, también necesitamos
alguien que nos dirija. En principio, nuestra vida está en manos de nuestros
padres y de ellos dependerá mucho nuestros primeros pasos. Pero, en la medida
que vamos alcanzando la edad adulta necesitaremos alguien que sepa aconsejarnos
y encaminar bien nuestras decisiones.
Sólo, una Persona, la tercera
Persona de la Santísima Trinidad, el Dios Espíritu Santo podrá auxiliarnos,
aconsejarnos y dirigirnos por el único y verdadero camino de salvación. Él ha
venido a nuestra vida el día de nuestro bautismo y desde ese momento está
dispuesto a ayudarnos, pero nunca lo hará sin nuestro permiso. Necesita nuestra
libertad para entrar en nuestro corazón y enseñarnos el camino hacia la Casa
del Padre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.