La vida es un tiempo de salvación donde podemos contraer una
grave enfermedad si nos descuidamos y nos dejamos arrastrar por las
inclinaciones que nos presenta el mundo. Sin darnos cuenta nos cegamos
ignorando y dejando crecer en nuestros corazones las seducciones que el mundo
nos va ofreciendo.
Digamos que, escondida a nuestros ojos, la lepra del vicio y
del pecado va contaminando, no sólo nuestros cuerpos, sino también nuestra
alma, hasta el punto que nos puede enfermar y arrebatarnos el tiempo gastando
mal nuestra capacidad de amar para hacer el bien. Las lepras invaden nuestros
corazones y nos van pudriendo por dentro.
Confiados en la Misericordia de nuestro Señor, tomamos
conciencia de nuestras lepras actuales y acudimos al Señor para que nos libere
de todas ellas que contaminan nuestros corazones y nuestras vidas y nos alejan
de alcanzar, Señor, tu amor misericordioso. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.