Lo que nos ocurra en el
camino de nuestra vida no viene de ningún castigo de nuestro Padre Dios. Un
Padre bueno, como lo es Dios, no puede castigarnos ni es el estilo de nuestro
Padre, que, al contrario, es Misericordioso y Bondadoso. Son nuestros propios
actos los que nos pierden y nos ocasionan daños.
Y también nos pueden conducir
a la perdición. Nosotros mismos nos daremos cuenta de lo que hemos hecho mal y daremos,
por nosotros mismos, sentencia a nuestros actos. Porque, sabemos lo que está
bien y lo que está mal, y sabemos que la Palabra de Dios dice Verdad y es
camino de Salvación.
Por lo tanto, viendo nuestros
frutos descubrimos si nuestro trabajo ha sido bueno o, por el contrario ha sido
malo. Y en base a ello daremos respuesta a nuestro propio juicio. Porque, no se
nos esconde si nuestros obras han sido buenas y realizadas por amor, o lo
contrario. Por nuestros frutos seremos conocidos y salvados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.