Otra cosa es que nuestra fe no es una fe desprovista de
razones que incitan a creer. Tú crees en aquella persona que lo que dice lo
cumple y te da muestras de que actúa en verdad. Lo expresamos diciendo “esa
persona da confianza y se puede creer en ella”. Nuestra fe se apoya en Alguien
que su Palabra ha tenido pleno cumplimiento.
Por eso, cuando nos bautizamos de manera consciente y
consecuente ponemos toda nuestra fe y esperanza en Aquel Dios Trino, Padre,
Hijo y Espíritu Santo que nos da su Espíritu para que, en Él, podamos superar
las tentaciones y obstáculos que la vida nos depara y nos ponen a prueba.
Y esa fe, si es verdadera debe darnos la seguridad y la
confianza en el Amor de Dios nuestro Padre que nos envía a su Hijo, en el que
se complace, y nos anuncia que por la Infinita Misericordia de Dios hemos sido
rescatado de la esclavitud del pecado y recuperado nuestra dignidad de ser sus
hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.