La historia nos presenta a
muchos hombres que han perdido su vida por defender la verdad y vivir en la
justicia y de acuerdo con la ley. A muchos otros les molesta la verdad y les
fastidias cumplir con lo que está prescrito en la ley, sobre todo, más que la
ley con lo que es justo.
Porque, a veces las leyes son
injustas cuando son legisladas por personas injustas y que, a través de ellas,
buscan sus intereses y satisfacciones. Juan el bautista fue una de esas
personas coherente con lo que decía. Preparaba el camino al Señor y señalaba a
Herodes que vivía en pecado según la Ley de Dios.
Y por eso le mataron como nos
dice hoy el Evangelio de Marcos. También nosotros hoy experimentamos esa misma
situación y sabemos que en muchas partes del mundo hay en este momento gente
dando su vida por su fe en el Señor. Pidamos que nuestra fe sea coherente con
nuestras palabras. Amén.
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