Los que se creen mejores se escandalizan cuando ven a
alguien que comparte mesa y mantel con los despreciados y mal considerados.
Diríamos, con los marginados, los indigentes o los considerados la escoria de
la sociedad. Ellos son mejores, son los que cumplen y los perfectos.
No necesitan de nadie que les dé consejos ni le instruya.
Son ellos los que pueden y tienen derechos a exigir, a pedir y a demandar
razones, pruebas, signos y criterios. Son ellos los que mandan y los que
gobierna. Por tanto, imposibles de ser curados porque no se consideran
enfermos.
Hoy sucede lo mismo. ¿Los conoces tú? ¿Sabrías distinguir
donde están los fariseos y escribas de hoy? Posiblemente, en todas partes y por
todos sitios. Son aquellos que saben de todo y que se colocan en un plano
superior. Son aquellos que se distinguen de los demás y que critican y murmuran
contra los que se acercan a ellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.