Sucede lo mismo en los tiempos de hoy, los hijos no valoran
lo que hacen sus padres por ellos. En muchas ocasiones lo consideran como un
derecho y, de no hacerlo lo considerarían una irresponsabilidad. Así parece que
sucedió con aquel hijo prodigo, pidió a su padre la herencia.
¿Acaso tienes derecho a la herencia estando en vida tu
padre? ¿Acaso puedes exigirle a tu padre una herencia? ¿No te conformas con la
vida que te ha dado, con la Gracia de Dios, y los cuidados que ha tenido
contigo hasta desarrollarte? ¿Y la educación que haya podido darte?
¿Te consideras con más derechos? Es verdad que los padres
deben y tienen el derecho y la responsabilidad de cuidarte, darte todo lo
necesario para tu desarrollo natural y estudios. Cada cual con arreglo a sus
posibilidades, pero, ¿de eso a pedirle y exigirle una herencia? Sin embargo,
Dios siempre te espera.
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