Acoger a Jesús es acoger a Dios, y acoger a Dios significa el compromiso de vivir según su Voluntad y su mandato, que no es otro que lavar los pies a los más pequeños, incluso a los enemigos. Lavar los pies que significa agacharte y, lleno de humildad, servir y servir a quienes más lo necesitan.

Pero, en esa acogida, tú también te conviertes en un anunciador de esa Buena Noticia, porque, así como los apóstoles fueron enviados a anunciarla, tú también, que la has recibido por mediación de otros, debes convertirte en mediador para anunciarla a otros.

Porque, la cadena no se puede romper; porque, tú eres, quizás, el que Dios ha elegido para que su Buena Noticia, llegue a otros, y, porque, la Buena Noticia de anunciar la Vida Eterna es una Buena Noticia que no se puede ocultar ni mantener en secreto. Por eso, debemos también anunciarla de palabra y vida.