Jesús es la impronta del Amor del Padre.
Conociendo a Jesús por su Palabra y también por sus Obras, conocemos el Amor
del Padre y lo que el Padre piensa y quiere de cada uno de nosotros. Nos lo
dice Jesús claramente cuando, respondiéndole a Felipe, le dice que quien le ve
a Él ha visto al Padre.
Y se pone como guía y señal para conocer
al Padre. Todo lo que hace Jesús está impulsado por el Padre. Él obedece al
Padre y su Vida es fiel reflejo de la del Padre. En realidad, como nos lo dice,
Él y el Padre son uno y están identificados en la forma de pensar y obrar.
Por lo tanto, conociendo y siguiendo a
Jesús, estamos siguiendo y conociendo al Padre. Y acogiendo y creyendo en
Jesús, acogemos y creemos en el Padre. La Palabra de Jesús es la Palabra del
Padre, pues ha sido enviado a anunciarlo por el mismo Padre. Un Padre que entrega
a su propio Hijo para rescatarnos y darnos Vida Eterna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.