miércoles, 27 de mayo de 2020

No ruego que los quites del mundo sino que los guardes del mal. S ...
Una persona mundana está poseída por las cosas de este mundo. Vive atraído por la moda, los placeres, el poder, el tener y las riquezas. Le importa lo que digan otros y se afana en vivir según los criterios que los notables y poderosos le dictan. ¿Acaso piensas que esos criterios te salvan?

Porque, lo importante es lo que queda y perdura. Y, por experiencia, sabemos que las cosas de este mundo no duran ni salvan. La felicidad no la encontramos en él y si la perdición, la tristeza y la desesperación. Por el contrario, en Jesús encontramos la paz y el gozo de darnos y servir a los más necesitados.

Vale la pena rechazar lo que el mundo te ofrece y, a pesar de que la lucha es desigual y vas contra corriente, el amor que sale de tu corazón es el que te llena de paz y felicidad. Y eso sólo lo descubres cuando, siguiendo a Jesús, tu vida se compromete en servir por amor a los demás.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.