Jesús va rompiendo muchas leyes y normas que ponían a
la ley por encima del hombre. Esa ley del sábado rompía muchas buenas
intenciones para bien de los hombres porque, siendo sábado, había que anteponer
lo que decía la ley ante que el bien del hombre.
Y eso, admitido por todos en aquella época, no era del
agrado de Jesús ni de su Padre Dios. El hombre es la criatura superior y todo
lo creado ha sido en función de su bien y provecho. ¿Cómo entonces se pueden
poner leyes de sábado y de esclavitud? La ley no está bien aplicada.
Por eso, por encima de la ley está en bien común y los
derechos de la persona. Y toda ley tiene que contemplar esos criterios. Es pues
muy peligroso contemplar como de una manera demagógica se trata de disfrazar la
mentira de ley y manipular a los hombres para que la acepten.
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