Jesús es perseguido porque antepone el bien del hombre
a todo lo demás. No están las leyes para someter al hombre, sino todo lo
contrario. Se trata de buscar, por encima de todo, el bien del hombre y
anteponerlo a todas las cosas. Porque, nos preguntamos, ¿para qué son las
cosas?
Si no sirven para servir al hombre y mejorar su vida
desde los valores de la paz, la fraternidad y la justicia, ¿de qué nos sirven
tenerlos? Luego, cuando se pone por delante la verdad, por desgracia, nos
tropezamos con problemas. Eso fue lo que ocurrió con Jesús.
Y, como Él no busca la confrontación, la elude
haciendo mutis, pero no huyendo sino tratando de evitar el enfrentamiento y la
violencia. Porque, Él es el Príncipe de la Paz, de la Verdad y la Justicia,
sobre todo del Amor. Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.