domingo, 12 de julio de 2020

Mateo 13,1-9 - Otras cayeron en tierra buena - Roguemos al Señor
La parábola de la semilla que hoy nos habla Jesús es la correspondiente a la del sembrador, que siembra la semilla – Palabra de Dios – en esa tierra buena que tú has procurado cuidar y abonar en tu corazón. Pero, para que esa tierra se mantenga cultivable necesitas cuidados.

Porque, de no tenerlos puede ser pisoteada y endurecida, de forma que los pájaros se coman las semillas que en ella caigan. O que, por ser tierra poco profunda, sus raíces no consiguen sostenerse y agarrarse para madurar y dar frutos. Hay que tratar de que nuestra tierra sea tierra de cultivo.

Y eso nos exigirá mantenerla suelta y profunda, con disponibilidad de acoger a la semilla que en ella es sembrada – la Palabra de Dios – y abonarla con la oración y los sacramentos, para que dé esos buenos frutos que nuestro Padre Dios, el Sembrador, espera de cada uno de nosotros.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.