Muchos alegarán que desconocían esa misión adjudicada
con respecto a sus talentos recibidos. Otros se justificarán manifestando que no conocían la Buena Noticia
que Jesús nos anuncia, y otros tratarán de responder esforzándose en las
medidas de sus fuerzas y posibilidades.
Sin embargo, la pregunta es, ¿qué harás tú?
¿Utilizarás todo lo que has recibido para tu provecho propio o tratarás de
ponerlos al servicio de los demás? No cabe duda que eso dependerá de tu fe.
¿Crees en el Señor, o crees en ti y actúas según tu interés? La trayectoria de
tu vida lo descubrirá.
Solo hay dos caminos, fe o incredulidad. Si crees y tu
fe es coherente, tu camino será aquel que El Espíritu Santo te irá señalando.
Si por el contrario eres incrédulo, tu vida tomará el camino que tus propias
ambiciones, pasiones e intereses te vayan sometiendo y esclavizando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.