martes, 18 de agosto de 2020

MATEO 19, 23-30 | Evangelio de hoy, Evangelio, Lectura
No es nada fácil seguir a Jesús cuando nuestro corazón está herido por el pecado y nos impide ver con limpieza y claridad su rostro. Y cuando esas heridas pueden presentar una dificultad o riqueza que pueden nublar tu vista y arrinconar a Jesús. El Señor, que lo sabe, nos advierte de esa dificultad.

Y, cuando Jesús nos lo dice es porque, conociéndonos, sabe que, no solo nos va costar, sino que no podremos hacerlo con solo nuestras fuerzas. Necesitamos el auxilio y la asistencia del Espíritu Santo para vencernos y despojarnos de nuestras riquezas.

Primero debemos reconocernos ricos y, segundo, descubrir que con solo nuestras fuerzas no podremos superar la seducción y apetencia de esas riquezas. Por tanto, pidamos el auxilio del Espíritu Santo y abramos nuestro corazón a su Espíritu para, fortalecidos en Él, superar los obstáculos del camino. Amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.