sábado, 6 de noviembre de 2021

 

¿Creemos que permaneciendo en esa doble vida podemos seriamente seguir al Seño y vivir en su Voluntad? Sabemos que no, y podemos engañarnos si dejamos que el mundo nos seduzca. Somos débiles y caeremos fácilmente en su trampa. Por eso, necesitamos estar al lado del Señor.

La riqueza va, poco a poco, apoderándose de nuestro corazón y seduciéndonos hasta el punto que nos olvidamos de Dios y nos instalamos en el placer y las comodidades. Es, por tanto, un peligro que, a medida que nos alejamos de Dios, también nos olvidamos de los pobres.

Y, de ahí a situarnos en las antípodas va simplemente un ligero y pequeño paso. Seguir y permaneces en el Señor no exige fidelidad, perseverancia en lo pequeño y humilde y descubrir que Dios nos ve y es nuestro verdadero público al que realmente hay que mirar y obedecer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.