miércoles, 16 de marzo de 2022

 

Sin embargo, los apóstoles no parecen enterarse ni entender nada. Sus corazones están en otros menesteres. Buscan los puestos de mando, ser los primeros y, en esa actitud, la madre de los hijos de Zebedeo, acercándose a Jesús, los pide para sus hijos.

Todos andan en esa controversia y, al parecer, no han entendido nada de lo que Jesús les revela. Sus corazones ambicionan poder y están lejos de sospechar que se van a encontrar en Jerusalén. Piensan en un Reino de poder.


Quizás, también a nosotros nos sucede algo parecido. Igual no estamos tan lejos de la actitud de ellos. Somos indiferentes a la Palabra de Dios y, simplemente, escuchamos lo que nos conviene y nos gusta. Realmente, ¿qué anida en nuestros corazones?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.