Sí,
realmente estamos ciegos, y, tan ciegos, que no despertamos de esa ceguera que
nos sumerge en una oscuridad hasta el punto de no ver que la vida en este mundo
tiene sus días contado. ¿Y luego qué? ¿A dónde vamos? ¿No es Jesús el Señor de
la vida y la muerte?
Señor,
que privilegio tenerte como Hermano mayor y Padre Dios. Como hermano menor
descanso en tu amor incondicional y tu amistad hasta el punto de dar tu Vida
por mí. Y como Padre, gracias, Señor, por tu Infinita Misericordia que me
salva. Amén.
¿Te
crees con derecho a animar a otras a seccionar la vida que lleva en su vientre?
¿Crees que tienes autoridad para eso? ¿De dónde te viene y quién te la ha dado?
¿No piensas que quien está dentro de vientre de su madre tiene tanto derecho
como tú a la vida?
¿Acaso
tu vida vale más que la que se está gestando en el vientre de esa madre? ¿Cómo
te atreves a matar la vida de otro ser que vive y se está formando en el seno
de su madre? ¿No piensas que podía haber sucedido eso con tu vida?
Mamá,
piensa que ese niño o niña que está dentro de ti no te pertenece. Sí, está
obligada y comprometida a ayudarle a vivir; a darle cobijo, alimento, educación
y formarlo como persona, pero nunca a decidir sobre su vida. Precisamente, hoy,
día de la madre, debes pensar que tú eres madre de vida no de muerte.
La vida, siempre un derecho, nunca una condena por intereses y egoísmos. ¿Cómo te atreves a condenar a muerte a alguien que vive dentro de ti porque tú tienes otros intereses? ¿Crees que eso es justo? Hay mucha gente dispuesta a ayudarte para que no condenes a muerte a esa vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.