El giro que toma
tu vida, si te decides seguir a Cristo, es de trescientas sesenta grados. ¿Por
qué?, quizás puedas preguntártelo. Porque, tu misión será servir y no esperar a
ser servido. Y servir al necesitado, al que no puede pagarte ese servicio. Y
hacerlo por amor.
Llena, Señor, mi
mochila de lo necesario para caminar libre y según tu Palabra. Despójame,
Señor, de todo aquello que no es necesario y me ata a la mundanidad de este
mundo. Libérame, Señor, de todo aquello que me aleja de tu presencia y de tu
Amor. Amén.
Conocerlo es sencillo. No hay ningún problema para entenderlo, pero, llevarlo a la vida no parece tan sencillo. Ponerte en disponibilidad de servir, sobre todo al más necesitado, al que necesita de tus talentos y de tu servicio no es cosa fácil. Pero, no estás solo. Si Jesús, que es el primero en servir, nos lo manda, Él no se queda quieto, nos ayuda y asiste. ¡Con Él podemos lograrlo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.