sábado, 26 de noviembre de 2022

PENSAMIENTOS EN EL CALOR DE LA NOCHE

No podemos bajar la guardia. Y no lo podemos hacer porque los enemigos: mundo, demonio y carne no la bajan nunca. Al menor descuido te esclavizan y someten. Estamos advertidos, tengamos siempre nuestras alcuzas llenas de aceite porque el Esposo llega sin avisar.

Señor, mi lucha de cada día es la de vencer mi voluntad para hacer y vivir en la Tuya. Porque mis proyectos e ideas no son los proyectos e ideas que Tú has pensado para mí. Por eso, Señor, te pido que transformes mi corazón para que sea un instrumento de tu Voluntad. Amén.

El mundo no se para ni tampoco el tiempo. Tú tampoco debes pararte y menos relajarte. ¿Tus armas? La oración y el alimento Eucarístico. Con ellos podrás sostenerte atento, despierto y vigilante para no ser sorprendidos con los enemigos del alma.

Nos lo ha dicho el mismo: no se preocupen por lo que dirán, el Espíritu Santo nos asistirá y pondrá las palabras precisas para transmitir el mensaje de la Buena Noticia. Lo verdaderamente necesario es tener fe y creer en el Señor, verdadero Rey del Universo.

Por la Gracia de Dios y mi humilde y pequeño esfuerzo voy cumpliendo con el no colaborar - participando como espectador televisivo - con el mundial de fútbol. Elevo una oración por todos aquellos que dieron su vida trabajando en él y siendo tratados injustamente.

De momento he podido renunciar a todos los partidos, incluso el de España. Es verdad que no he podido evitar enterarme de algunos resultados, pero sigo sin ver prácticamente nada. Y elevo mi humilde oración por todos aquellos que han perdido la vida y no han sido respetados sus derechos en Qatar trabajando para el mundial.

Digamos que pongo luto por todos los mal tratados en sus derechos laborales y como personas hasta el punto de dar la vida unos seis mil quinientas. Y mientras se juega el mundial como si no hubiese sucedido nada.

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