¿Es mi vida sal y
luz para otros? Caminar en esa inquietud y mirarme cada día en la inquietud de
ser sal y luz para los que andan a mi lado será una tarea ingente y necesaria.
Porque, solo de ser sal y luz se entenderá que estoy respondiendo a mi
compromiso de bautismo.
Mi vida se hunde,
Señor, como me sucede al caminar por el mar. Necesito que me tiendas tu mano y
me levantes porque me ahogo. En mi camino terrenal hay muchas tempestades y
peligros que amenazan mi vida y sin tu ayuda, Señor, no podré superarlos.
No seré sal y luz si mi vida no camina abierto a la acción del Espíritu Santo e injertado en Xto. Jesús. Porque, la virtud y el don de dar sabor a la vida para que guste y huela a amor misericordioso como la de iluminar con sabiduría de santidad y rectitud solo vienen de Xto. Jesús.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.