Pidamos luz
también nosotros. Luz para ver el camino que nos conduce a la Pascua. Luz para
que en esta cuaresma seamos capaces de crecer y avanzar un poco más en nuestra conversión
personal. Pongámonos en el camino por donde pasa Jesús para que nos vea e ilumine.
Dame, Señor, la
fortaleza de sostenerme en pie en esos momentos en que todo se me vuelve oscuro
y cansino. Sé que contigo llegaré al final de mi camino y quiero mantenerme
siempre a tu lado. Amén.
Es verdad que abrirnos a la Luz nos exigirá camino, movernos, esfuerzo y complicaciones. Pero ¿hay algo bueno sin esfuerzo? Y eso ha de suponer fee, creer y esperar que Jesús cuando nos vea esforzándonos en el camino se parará y nos abrirá los ojos para que veamos que Él es el Señor. Amén.
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