Cuando tomo
conciencia y pienso ¿por qué yo creo? Me siento un privilegiado. La fe no es
consecuencia de un razonamiento o deducción, es un don que se te da. Quizás porque
tú lo buscas, los deseas y tratas de encontrarte con Aquel que te la da.
Haz, Señor, que me
dé cuenta de tu presencia en cada instante y paso de mi vida. Haz que descubra
que yendo contigo nada malo me puede ocurrir y que mi camino será un camino hacia
tu Casa. Porque, estar contigo Señor será lo más hermoso que me pueda pasar.
Amén.
No sé por qué pero
desde muy pequeño he sentido ese aguijón de la fe en lo más profundo de mi
corazón. Sé que no es consecuencia de ninguna educación pues no sucede así con
otros de mi propia familia. Sin embargo, siento la inquietud de responder a esa
fe recibida y poner en manos del Señor todo lo que de Él he recibido dándolo
gratis tal y como se me ha concedido.
No cabe duda, los
que buscan el éxito y el poder se verán tentados a usar la violencia cuando sus
intereses no se correspondan con la realidad. Y en ese instante cuando se dejan
vencer por esa tentación aplicarán la fuerza y la violencia para conseguirlos.
Es en ese instante cuando rompen su amistad con Jesús de Nazaret que siempre ha aplicado a su vida y enseñanzas la no violencia. Y les ha enviado a no usarla dejándoles bien claro que esas persecuciones y violencias que caerán sobre ellos serán ocasión para dar testimonio de su fe y para que reciban el auxilio y fortaleza del Espíritu Santo que les ayudará a saber responder y soportar tales situaciones (Mt 10, 16 - 39).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.