El Espíritu de
Dios nos ilumina y nos da esa sabiduría que nos ayuda a encontrar y compartir
nuestra fe amén de fortalecerla. Y se hace necesaria compartirla porque al hacerlo
nos fortalecemos, nos unimos y nos reconfortamos ante los peligros y amenazas.
En la medida que
mi vida se consume experimento que me voy quedando solo. Sin embargo, Señor,
siento tu presencia y en mi soledad descubro que tu compañía da sentido a mi
vida y la llena de gozo y esperanza. Amén.
Es evidente que en nuestro camino vamos a encontrar peligros y amenazas que nos proponen dejar nuestro camino y tomar otro. Y nos lo hacen con ofertas aparentemente seductoras y que nos apetecen y gustan. Mundo, demonio y carne son nuestros máximos peligros pero adheridos e injertados en el Espíritu de Dios vencemos esas tentaciones.
Una prueba y evidencia de que estamos, al menos esforzándonos, en el buen y verdadero camino resulta del testimonio de nuestro obrar y comportarnos en nuestra relación de cada día con nuestros próximos más cercanos: familia, amigos...etc. Porque si no se transmite y se nota nuestro amor, mal asunto.
Hoy el Papa Francisco nos habla de san Francisco Javier, y de su testimonio misionero y evangelizador. Pidamos, unidos al Santo Padre, que también todos nosotros seamos testigos y testimonios en el mundo y lugar que nos ha tocado vivir y en las circunstancias y características propias de nuestra vida. Allí donde estamos esforcémonos en ser testigos y testimonios de la Palabra de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.