Ante las
dificultades que encontramos a través del camino que el mundo nos propone
tenemos dos opciones: a) seguirlas y olvidarnos de la Palabra de Dios; b) saber
y tomar conciencia que Jesús, que ha dado su Vida por nosotros, no se ha ido y
está a nuestro lado.
Cada paso de mi
vida es una tentación que seduce. La comodidad, el poder, la riqueza, el
placer, la buena vida y todo lo que me rodea me amenaza con esclavizarme. Quiero,
Señor, y eso te pido, un corazón obediente y fuerte para hacer tu Voluntad.
Amén.
Está con nosotros y nos acompaña para que venzamos al mundo como lo hizo Él. Ha Resucitado y Vive intercediendo por todos nosotros y fortaleciéndonos con su Espíritu para que también nosotros podamos vencer al mundo. En y con Él somos mayoría aplastante y nada ni nadie puede arrebatarnos su Amor Misericordioso que nos redime y salva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.