Dios mío, tu
Misericordia y compasión me llena de alivio, de esperanza y salvación. Quiero
abrirme a tu amor misericordioso y dejarme empapar hasta el punto de también yo
corresponder, en Ti, amando a los demás.
Madre, tu
presencia y tu testimonio de Madre y de creyente me fortalecen y me llenan de
esperanza. Madre, enséñame el camino del encuentro con tu Hijo y, de tu mano,
llévame a Él. Gracias Madre. Amén.
Experimento, Señor, tu compasión y tu amor misericordioso. Y no mereciéndolo siento la inclinación a actuar de la misma forma, injertado en Ti, en y hacia los demás. Porque tu amor, inmerecido por el hombre, es gratuito y misericordioso. Y así tal cual lo recibimos estamos nosotros comprometidos a darlo y ofrecerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.