No se trata de
abandonar a nuestra familia ni tampoco a cualquier necesitado que se presente
en nuestro camino. Se trata de que el amor a Dios es lo primero. Y lo es por
una sencilla razón: Estando Él en el centro de nuestro corazón seremos mejor
con los demás.
No solo es
necesario sino fundamental. Sin oración no se puede crecer espiritual ni
interiormente. Ya no solo como persona humana sino espiritual. Necesitamos
apartarnos unos minutos del mundo que nos intoxica para encontrarnos con
nosotros y nuestro Señor.
Nuestras relaciones con la familia y demás será al estilo de Jesús. Ese es el verdadero significado. Estando nuestro Padre Dios, como hizo Jesús, en el centro de nuestra vida, nuestras relaciones familiares, amigos y no amigos serán tal y como el Amor de Dios nos manda. Sin embargo, cuando Él no es el centro de nuestra vida nuestras relaciones se deterioran.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.