No es cuestión de
razonamientos, que sí nos viene bien y nos ayudan a creer, sino de fe. La vida
es un misterio pero al mismo tiempo una realidad. Vivimos y morimos y nuestro
deseo es vivir eternamente. Pues bien, Jesús nos invita a esa Vida Eterna.
Soy consciente y
lo reconozco, Señor, sin Ti mi vida queda en manos del tentador y maligno. Tú,
Dios mío, eres mi fuerza y mi apoyo de cada día. En Ti, mi Señor, me sostengo,
me fortalezco y puedo vencer al pecado con el que me tienta el maligno. Amén.
Nos lo ha dicho y nos lo dice cada día con mucha claridad y firmeza: «Yo soy la resurrección y la vida: El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá» Quizás lo que nos suceda es que no le escuchamos ni ponemos atención a sus Palabras. Quizás ocurra que no le conocemos ni sabemos nada de su Vida ni Obra. Posiblemente tengamos, por nuestro propio interés, poner más atención a su Palabra. Nos va la vida eterna y plena en ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.