Sé que el camino
debe gastarse por amor. Sé que el tributo del camino es darte por amor. Y sé
que ese darte llega hasta el extremo de dar tu vida por amor. Todo consiste en
amar, pero un amor como el que Jesús, el Hijo de Dios, te dio. Ese es el camino
para dar la vida.
Es evidente que
deseamos ser felices y que, posiblemente, muchos sepamos que el camino para
conseguirlo es darse gratuitamente por amor. Sin embargo, experimentamos gran
dificultad al darnos hasta el punto de que nos resulta imposible. Quizás
obviamos la ausencia de Dios creyendo que solo nos bastamos. Ahí está el error.
Sin Dios nada somos y nada conseguiremos.
Tenemos, por la
Gracia de Dios, muchos hermanos en la fe que nos dan buen testimonio y con su
ejemplo de vida nos animan a hacer otro tanto a nosotros. Si bien, no se trata
de imitar ni parecernos sino dar pleno rendimiento por amor a los talentos
recibidos que el Señor ha considerado regalarnos.
Hoy el Papa Francisco nos habla de un laico, el beato José Gregorio Hernández Cisneros que dedicó su vida a los enfermos más necesitados y pobres. Un ejemplo de vida entregada al Señor y manifestada en esa dedicación y entrega a los enfermos, a los que sufren y, sobre todo, a los pobres. Y en ese laico nos miramos nosotros para animados en y con su ejemplo retarnos nosotros darnos en la medida de nuestros talentos recibidos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu pensamiento es una búsqueda más, y puede ayudarnos a encontrarnos y a encontrar nuestro verdadero camino.