jueves, 28 de diciembre de 2023

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

También yo, Señor, necesito huir de todo aquello que me soborna, me seduce y me aparta de Ti. Dame la fortaleza y, sobre todo, la sabiduría para saber tomar el verdadero camino que me ayude a cumplir y hacer tu Voluntad. Porque, eso Señor, es lo que verdaderamente importa.

Hay momentos en los que experimento debilidad, cansancio y frustración. Es entonces cuando también experimento tu Misericordia, tu infinito amor y tu acompañamiento en el que me fortalezco y encuentro fuerzas para levantarme y seguir adelante. ¡¡Gracias, Dios mío!!

Quizás no me doy cuenta; quizás lo hago de una manera que incluso me parece correcta y que debe ser así, sin embargo me pregunto, Señor, ¿estoy verdaderamente huyendo de mis propios pecados y no quiero reconocerlo para no cambiar? Haz, Señor, que mi corazón reconozca sus pecados y, asistido en el Espíritu Santo, que vino a mí en la hora de mi bautismo, dame la fortaleza de cambiar y convertirme cada día un poco más según tu Palabra. Amén.

Recuerda que cuando más confiados estás y satisfecho, el diablo, revestido de buena apariencia, tratará de seducirte, engañarte y conseguir que muerdas la manzana de la soberbia y el pecado. Sostente siempre vigilante, adherido a la acción del Espíritu y fortalecido en la Gracia del Señor.

La tentación está al acecho y nosotros debemos estar al quite, preparados para no dejarnos sorprender ni seducir. Hoy nos lo recuerda el Papa Francisco en su audiencia: «el libro del Génesis, a través del relato de los progenitores, presenta la dinámica del mal y de la tentación». Tengamos siempre presente que las virtudes recibidas son para utilizarlas en hacer el bien, vencer a los vicios y al mal.

Atravesando las plazas y calles para venir a vuestra reunión, he podido ver a muchos rendidos en los cruces: unos mutilados de manos, otros ciegos, otros llenos de llagas y heridas incurables, y mostrando las partes que, por lo sucias que están, más deberían cubrir. Ante ese espectáculo me ha parecido que sería muy inhumano no hablaros de ello…

Realmente, siempre es necesario hablar sobre la limosna, pues también nosotros necesitamos de mucha misericordia para parte del señor que nos ha creado… (CJ – Cuadernos – 234 – Ricos y pobres en el Nuevo Testamento – José I. González Faus).

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