martes, 12 de diciembre de 2023

PENSAMIENTOS EN EL SILENCIO DE LA NOCHE

Saber que nuestro Padre Dios busca nuestra salvación es importante. Porque nosotros, pequeños y débiles, solemos perdernos y dejarnos seducir fácilmente por el mundo, demonio y carne. Dejarnos salvar y ponernos en sus manos es nuestra mejor opción. ¡Sálvanos, Señor!

Mientras no dejes entrar al Señor en tu corazón, la Navidad no dará comienzo en ti. Quizás haya fiestas, comilonas, diversiones, regalos...etc. pero no Navidad. Porque la Navidad empieza en ti cuando Xto. el Señor nace en tu corazón. Pidamos que esta Navidad Jesús nazca de verdad en nuestros corazones.

No es nada fácil encontrar el camino de salvación. Estamos a merced, si caminamos por nuestra cuenta, del mundo, demonio y carne, los tres grandes enemigos del alma. Sin embargo, nuestro Padre Dios nos anuncia que ha venido a salvarnos y para ello envía a su Hijo. Nace el Niño Dios, encarnado en Naturaleza Humana, para señalarnos el Camino, la Verdad y la Vida. Él nos guiará hacia la salvación.

No puedes pararte porque de hacerlo retrocedes. Y, sabes muy bien, que la vida sigue y hay que escribirla con buen lápiz y papel. Llenarla de buenas obras e intenciones que reflejen nuestro amor y misericordia. No importa que sean cosas pequeñas porque nuestro Padre Dios solo mira la intención y el buen deseo.

Todo lo necesario que mantiene nuestra vida Dios lo ha hecho común (aire, agua, fuego, sol y cosas semejantes) … Si pues lo más grande y más necesario y lo que mantiene nuestra vida Dios lo ha hecho común, y lo menor y más vil (quiero decir: el dinero) no es común, ¿por qué es así?...

Porque de no ser común todo lo necesario, los ricos, con su acostumbrada avaricia, ahogarían a los pobres. Pues si hacen eso con el dinero, mucho más lo harían con aquellas otras cosas (CJ – Cuadernos – 234 – Ricos y pobres en el Nuevo Testamento – José I. González Faus).

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